Aunque fue en el año de 1886 cuando el científico Heinrich Rudolf Hertz consolidó las bases teóricas de las radiofrecuencias, el éxito del RFID ha llegado hasta nuestro días,especialmente dentro de las compañías que requieren trasladar grandes cantidades de productos y organizaciones que administran servicios.
Y es que esta tecnología no solamente ha perdurado, sino que ha transformado sus aplicaciones en diversas variantes para que su uso siga trascendiendo y actualizándose a la par de la industria. Es por eso que hoy en Go2-Tech de la mano de Honeywell, te contamos acerca de las virtudes de los sistemas RFID entorno al rastreo, ya que son únicas y disponibles para cualquier usuario.
Precisión de su lectura
La primer distinción es la durabilidad de los materiales con que están hechas las etiquetas de RFID, ya que no son susceptibles de las condiciones ambientales o su mantenimiento.
Además,los códigos de barras requieren una luz que ilumine la etiqueta para identificarla, siempre y cuando esté en buenas condiciones; sin embargo, los sistemas RFID no la necesitan y alcanzan tasas de lectura exitosas a la primera pasada del 99.5 al cien por ciento.
Identificación sin contacto visual
Los sistemas RFID funcionan a través de una antena que transmite la onda de radio, un decodificador que la recibe y un “transponder” o etiqueta con un chip y una nueva antena que guarda y emite la información. Por ello, no se requiere que los aditamentos se encuentren a corta distancia o tengan un “contacto visual”.
Durabilidad y seguridad
Las etiquetas pueden ser “pasivas” o “activas”, dependiendo el sistema de batería que manejen. Las activas cuentan con una batería integrada de amplia duración, mientras que las pasivas se activan al recibir las ondas electromagnéticas de la antena, por lo cual solo pueden ser leídas por la RFID configurada. Lo anterior le otorga una seguridad infalible, ya que los tags liberan información únicamente a las antenas sincronizadas.
